México sabe a megadiversidad
En cada plato servido por una mexicana o un mexicano, ya por nacimiento o adopción, hay una riqueza biocultural impresionante, descubrámosla juntos…
¿Por qué la riqueza biocultural de México es extraordinaria?
Gracias a las investigaciones científicas hoy sabemos que México es mega diverso al poseer el 10% de toda la diversidad biológica del planeta, y mega cultural, con 68 agrupaciones lingüísticas y 364 variantes que debieran llamarse lenguas (de acuerdo al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas).
¿Y que tiene que ver con la cultura y con la cocina?
Esto permitió el acoplamiento histórico de los dos universos, generando uno de los polos civilizatorios más importantes y singulares de la historia humana. Esta proeza se construyó a partir del modelamiento y creación de nuevos paisajes y sistemas productivos, así como del uso múltiple de los recursos naturales. Algunos de los resultados son las más de 100 especies de plantas domesticadas, principalmente alimenticias, y una herbolaria compuesta por al menos cuatro mil especies, así, la utilización de la diversidad biológica se implementó mediante el despliegue milenario tanto de prácticas como de saberes y conocimientos. Este saber-hacer sobre la naturaleza, que es el resultado de creaciones colectivas perfeccionadas durante un periodo de cerca de nueve mil años, constituye un legado de enorme valor y la parte sustancial del patrimonio biocultural de México.
¿Entonces las conexiones entre la geografía y los seres humanos que aquí vivían dieron esta fascinante formula?
Así es, las complejas conexiones entre las manifestaciones de la diversidad lingüística, la diversidad biológica y la diversidad agrícola se evidencian cuando se analizan en la escala global. Dichas conexiones revelan que los países situados en la franja intertropical poseen superioridad en el número de lenguas y biodiversidad. En ellos también se ubican los principales centros de origen y dispersión de especies domesticadas, así como la gran parte de los centros culturales y cunas de civilizaciones.
Para dar ejemplo de ello: en el estado de Oaxaca, en México, existen 157 lenguas y dialectos en un área de apenas 92 mil kilómetros cuadrados, y los mayas llevan tres mil años de aprendizaje sobre el manejo y aprovechamiento de los recursos de la península de Yucatán.
Este axioma biocultural, llamado por B. Nietschmann (1992:2) “concepto de conservación simbiótica”, la diversidad biológica y la cultural son mutuamente dependientes, el manejo de los recursos naturales y especialmente de la biodiversidad silvestre y cultivada es parte de las estrategias de subsistencia de las poblaciones locales.
Así, los tres criterios: biodiversidad, etnodiversidad y agrodiversidad, permiten distinguir y clasificar a los países bio-culturalmente más ricos del planeta. México ocupa el segundo sitio, después de Indonesia y por delante de India, Australia, Brasil y China.
Y si te preguntas, ¿cuál es el principal criterio para ser un país megadiverso?
El principal criterio para pertenecer al grupo de los países megadiversos es el endemismo. Para ser megadiverso, un país debe tener por lo menos 5,000 especies endémicas de plantas. Otros criterios incluidos en el concepto son: diversidad de especies, diversidad de niveles taxonómicos superiores (géneros, familias, etc.), y diversidad de ecosistemas, incluyendo la presencia de ecosistemas marinos y de selvas tropicales (Mittermeier et al. 2004).
El primer mapa de países megadiversos se atribuye a World Wildlife Fund e incluyó a seis países: México, Colombia, Brasil, Zaire, Madagascar e Indonesia (citado en Mittermeier 1988). En esos años (1987) Russell Mittermeier, promotor
del concepto, creó la organización Conservation International. En el primer análisis se incluyeron 12 países megadiversos: México, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Congo, Madagascar, China, India, Malasia, Indonesia y Australia. Más adelante la lista subió a 17 países, añadiendo a Papúa Nueva Guinea, Sudáfrica, Estados Unidos, Filipinas y Venezuela.
Los que vivimos en México somos privilegiados por la elocuencia con la que la naturaleza se ha expresado en nuestro país. En él se reúnen varias condiciones que propician su asombrosa biodoversidad: ubicación tropical, gran extensión, complejos paisajes climas y suelos, historias de intercambios de flora y fauna en el continente y variedad de ambientes marinos que lo rodean.
Además en los pasados 10,000 años las culturas indígenas produjeron una inmensa variedad de razas de cultivos agrícolas en este intrincado tapiz ambiental. Sencillamente la domesticación del maíz ha hecho del paisaje nacional y que nos identifiquemos como los hombres y las mujeres del maíz como ya lo decía el Popol Vuh.
Y no solo nos beneficiamos todos los días los mexicanos y también muchas otras poblaciones en varios continentes. ¿Qué sería de la pizza italiana sin el tomate?, ¿o del famoso chocolate suizo sin el cacao y el perfume de la vainilla? Por eso hoy más que nunca sentir el orgullo por el conocimiento de la biodiversidad cultural mexicana es imperativo, pues sabemos que la civilización industrial, la cultura moderna, ha colocado a la especie humana, y a miles de especies más, en la vía del colapso en apenas 300 años. Te invitamos a reflexionar sobre lo que hay en tu plato. Hasta la próxima.
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Fuentes:
http://etnoecologia.uv.mx/PATRIMONIO/seccPATRIMONIO/Donde_se_encuentra_la_memoria_biocultural.html
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