– Por Jorge Gómez, Sommelier de Wine Art School
y docente de enología en Culinary

La temporada de fiestas se acerca y estamos perfectos de tiempo para comenzar a planear. Siendo el vino el tema que nos reúne en estos artículos, comencemos por resaltar que se deben ofrecer vinos blancos, tintos y espumosos, e incluso, dependiendo la ocasión, también vinos de postre dulces o semidulces.

Para saber cuánto vino necesitaremos hay un cálculo base que nos permite satisfacer a nuestros invitados, y consiste en designar de dos a tres copas de vino por persona, más, una a dos copas de espumoso.

Hablando de cuánto de cada uno, de la cantidad total de vinos un 25% corresponde a vino blanco o rosado y un 75% a tinto, y para calcular los vinos de postre, debemos considerar que, de una botella de 750 ml pueden obtenerse entre 10 y 12 copas. De esta forma, la cantidad total que deberemos comprar de cada vino, será siempre considerando el número de invitados esperados.

También hay que tener en cuenta el factor clima, pues en verano el consumo de vino blanco o rosado aumenta considerablemente sobre el tinto. Así los porcentajes crecen a un 30% o 40% de vino blanco o rosado sobre el total de botellas. Esto se puede mantener si el vino tinto es también refrescado un poco antes de ser servido, pues recordemos, no se debe servir el vino tinto a temperatura ambiente en un día muy caluroso.

Además, hay que pensar en quienes no consumen y calcular las bebidas sin alcohol teniendo en cuenta la buena hidratación de los invitados. Para esto calculamos de 750 ml a un litro de agua por persona, sobre todo en el verano, y si la fiesta se realiza a medio día deberá haber una o dos botellas de agua mineral o sin gas de un litro en cada mesa, calculando media botella por persona.

En realidad, no hay una fórmula matemática exacta, pero podemos determinar cuánto rinde cada bebida, aplicando la siguiente formula:

De una botella de vino de 750 ml se obtienen 6 copas abundantes (de más o menos cuatro onzas), u 8 en copas un poco más chicas (3 onzas). Esto dependerá del tamaño de las copas, recordemos que el vino blanco se debe servir en copas más chicas que las de vino tinto para que conserve la temperatura adecuada mientras se toma. En términos generales, se debe calcular, por cada 7 botellas de vino tinto, 3 de vino blanco.

Los vinos espumosos se calculan dependiendo del momento en que se sirven, si es a la llegada de los invitados, habrá que calcular una o dos copas por persona, si va al final de la fiesta, calcularemos 2 copas por persona, si van a acompañar toda la cena o comida, debemos ser precavidos y calcular media botella por persona. Una botella de vino espumoso rinde de 6 a 8 copas, de acuerdo con el tamaño de la copa flauta.

Además, para aquellos que disfrutan de un aperitivo o destilado, podemos conseguir 15 medidas para hacer coctelería o sí van a beberse solos (como el whisky) 10 medidas por botella.

Dicho esto, lo certero es que si queremos es que las bebidas no se terminen antes que la fiesta, habrá que aplicar la regla no escrita más vale que sobre y no que falte. En cualquier caso, pensemos que si nos quedan botellas sin abrir, las podremos guardar para una próxima ocasión.

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