¿Vino y comida mexicana?, ¡tienes que probarlo!

¿Vino y comida mexicana?, ¡tienes que probarlo!

19 de noviembre de 2020 Artículos, Sommelier 0

La cocina mexicana es muy amplia y variada en todos sus orígenes dentro del país, por ello, hay que ser cuidadoso con la selección de los vinos para acompañar a los platillos más representativos. Siempre se ha dicho que el mejor maridaje de un platillo mexicano especiado y picante (mucho o poco) es una buena cerveza mexicana bien fría. Pero también se propone, y cada vez más frecuentemente en medios especializados, tanto de nuestro país como de otros países, que un vino,
tinto, blanco o rosado, y también espumoso, puede ser un buen acompañante. A continuación daremos unos ejemplos, tomando como base algunos de los platillos más emblemáticos de la cocina mexicana, y los diferentes estilos de vinos.

Vinos blancos secos y ligeros
– Sauvignon blanc, Albariño, Pinot Grigio
Van bien con sopas como el caldo tlalpeño, un buen pozole, la sopa de lima o un caldo de camarón. Genial con unos huevos rancheros o chilaquiles con pollo.

Vinos blancos afrutados
– Chardonnay, Chenin blanc, Viognier
Combinan adecuadamente con pescados como el huachinango a la talla, filete de mojarra empapelado, filete de pescado empanizado con salsa pico de gallo, pulpos en su tinta. O con una sopa seca de fideo y lomo de cerdo con salsa de naranja.

Vinos blancos dulces o de cosecha tardía
– Semillon, Chenin blanc, Sauvignon blanc
Ideales para disfrutar de unas enfrijoladas, sopes variados, panuchos yucatecos, quesadillas de diferentes rellenos. Postres como cocada, arroz con leche, pastel de queso con frutas, chongos zamoranos.

Vinos blancos espumosos
– Champagne, Cava, Prosecco, espumosos mexicanos
Disfrutarlos con guacamole, ensalada de nopales, huevos divorciados o tamales te encantará.

Vinos rosados
– Grenache, Merlot, Zinfandel rosado
Armonizan muy bien con el aguacate: guacamole con totopos, aguacates rellenos de requesón o de camarones. También son grandiosos con una empanada de marlín o de cazón. Pruébalos con un coctel vuelve a la vida (de mariscos varios) o de camarones con aguacate, con tinga de pollo y los chiles en nogada

Vinos tintos jóvenes y ligeros
– Pinot noir, Gamay / Beaujolais, Grenache, Tempranillo
Otras buenas opciones para acompañar los Chiles en Nogada. Inténtalo también con tacos al pastor, de adobada o carnitas de cerdo.

Vinos tintos de cuerpo medio
– Tempranillo, Sangiovese, Grenache, Zinfandel, Nebbiolo, Merlot, Barbera
Estos vinos van muy bien con mole poblano, bisteces en pasilla, chiles rellenos (de picadillo o de queso), cabrito al pastor y filete a la tamapiqueña.

Vinos tintos robustos
– Cabernet Sauvignon, Syrah, Malbec, Petite sirah, Zinfandel, Aglianico
El cuerpo de estos vinos combina maravillosamente con mole negro oaxaqueño, enchiladas o enmoladas, cecina enchilada, lomo de cerdo a la ciruela e insectos como chinicuiles y gusanos de maguey.

Estos son unos cuantos ejemplos que dan fé de la posibilidad de combinar la amplia variedad de platillos que han hecho famosa a la cocina mexicana. Espero que disfruten de algunas de las recomendaciones, por favor, no dejen de compartirme sus impresiones. ¡Hasta la siguiente semana!

Fuente: El Maridaje Mexicano, en El Diario de un Tragón

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