La uva Albariño se celebra el 1ro de agosto de cada año y coincide con la celebración de la famosa Fiesta del Albariño en Galicia, España. En esta ocasión relataremos un poco más sobre esta fruta, abarcando un poco de su contexto histórico, los vinos hechos con esta uva y sus características.

Históricamente, la uva Albariño ha tenido varios orígenes, algunos datos apuntan a que fue Francia la encargada de traerla a Galicia, otros señalan que Australia tiene el sembradío más grande, pero, un reciente estudio realizado por el gastrónomo y escritor Álvaro Cunqueiro concluyó fue llevada por los monjes de la Orden del Císter en el siglo XII.

El día mundial de Albariño es más que uno, ya que en los cinco días que dura la “Festa do Albariño” – declarada de Interés Turístico Internacional -, se rinde culto a la variedad estrella de las Rías Baixas por todo lo alto. La fiesta incluye una amplia programación de eventos a los que acuden reconocidas personalidades de la cultura, la política y del sector del vino a escala nacional, además de decenas de miles de turistas y visitantes.

Hablando puntualmente de la variedad, uno de los motivos de su importancia a nivel mundial reside en su carácter fresco y afrutado, en especial los que preceden de la DO gallega Rías Baixas, esto por su acidez muy marcada y una salinidad muy presente. Este carácter de los vinos de Albariño resulta muy agradable para la mayoría de los aficionados a los vinos blancos, ya que resultan excelentes para consumir en el verano y abre una amplia posibilidad de maridaje, sobre todo con productos del mar: pescados y mariscos, ostiones y mejillones, pastas a base de mariscos, quesos frescos y semimaduros, postres a base de frutas de la estación, etc.

Si quieres disfrutar de esta variedad toma en cuenta su temperatura de servicio y procura mantenerlo entre los 8° y 12°C, sirviéndolo en copas preferentemente de tamaño pequeño, a fin de que conserve su frescura.

Escríbenos en los comentarios cuál origen conoces sobre la uva Albariño. ¡Salud!