¿Está de moda la alimentación Plant Based?
– Por Ana Laura Martínez Gardoqui
En nuestro territorio tiene su origen hace 10,600 años
Desde hace algunos años es común conocer a personas vegetarianas, veganas o que quieren reducir el consumo de proteína animal, algunos se han inclinado hacia estas dietas por motivos como la salud, el respeto a los animales o la preocupación por el medio ambiente, y, claro, uno que otro despistado lo ha hecho por seguir la corriente, no obstante, es una certeza que esta realidad se ha instalado en la vida como hoy la concebimos. Por ello resulta importante recordar que en nuestro país esta dieta es tan antigua como los primeros pobladores de suelo mesoamericano y es a causa de este hecho que le llamamos la dieta mesoamericana (territorio de los antepasados mexicanos), o alimentación culturalmente pertinente.
En un país megadiverso como México es difícil entender que se tengan problemas de salud relacionados con la mala alimentación como desnutrición, sobrepeso u obesidad, pero cuando analizamos las razones podemos encontrar que además de la penetración de la comida industrial, está el abandono de la dieta tradicional cuya base son prácticamente las plantas.
César Arellano nos comenta que: “En México se vive una situación contradictoria, por una parte se padece de malnutrición. De acuerdo a cifras oficiales, existen más de 28 millones de mexicanos en carencia alimentaria y más de 48 millones con sobrepeso u obesidad. Y por otra parte es un país con una amplia diversidad biológica y cultural, una sociedad con profundos conocimientos del manejo y cuidado sustentable de sus recursos naturales, y amplios conocimientos culinarios”. Al respecto, diversos especialistas refieren que los pequeños productores “trabajan alrededor del 40 por ciento de los alimentos nacionales que consumimos a diario y son responsables de más del 80 por ciento de la diversidad de nuestros alimentos”.
En el documental “La Dieta Mesoamericana-Orígenes”, los investigadores Daniel Zizumbo, Patricia Colunga y Alondra Flores nos muestran con evidencia científica que la dieta mesoamericana pudo haberse creado entre 10,600 y 4,400 años a.C., incluso antes de la invención de la cerámica, data el cultivo y domesticación de lo que conocemos como sistema agrícola “milpa”.
“Hay que repetirlo: los mesoamericanos no sembramos maíz, los mesoamericanos hacemos milpa. Y son cosas distintas porque el maíz es una planta y la milpa un modo de vida. La milpa es matriz de la civilización mesoamericana. Si en verdad queremos preservar y fortalecer nuestra identidad profunda, no sólo agroecológica sino socio-económica, cultural y civilizatoria, debemos pasar del paradigma maíz al paradigma milpa: un concepto complejo que incluye al maíz pero lo rebasa…. …“La fuerza de la milpa no está en la productividad del maíz o del frijol o de la calabaza o del chile o del tomatillo medidas por separado. Su virtud está en la sinérgica armonía del conjunto”. Armando Bartra
La dieta de la milpa
La comida es evocativa, un taco, una tortilla con sal, un tamal, unos frijoles de la olla con salsa de molcajete, te transportan a lo más íntimo de tu vida, de tu hogar, a la cocina. Alejandro Almaguer
La Dieta de la milpa es una propuesta que deriva del modelo de fortalecimiento de la salud que propone la Dirección de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural, conformado por la triada: “Comida, Ejercicio y Buen humor”.
De acuerdo al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), el adulto de nuestro país se caracteriza por consumir la “dieta exagerada del adulto en el medio urbano”. En ella son comunes los siguientes excesos: proteínas, carbohidratos refinados, grasas saturadas y de aceites refinados (RBD: Refinado, blanqueado y desodorizado). En contraste con estos excesos, la dieta de la milpa nos provee la facilidad de regular la alimentación con un balance de macronutrientes: proteínas, carbohidratos, grasas y fibra vegetal, y con la optimización de micronutrientes: vitaminas, minerales y fitoquímicos.
Una ley de la nutrición señala que si se proporciona el requerimiento proteico diario utilizando alimentos de origen vegetal, como los alimentos enteros de la milpa, principalmente a partir de leguminosas y granos, se obtiene en automático el balance en el requerimiento de los carbohidratos de la mejor calidad (carbohidratos complejos integrales).
Ejemplo proteico de un plato de la dieta de la milpa: frijol, maíz, pepita de calabaza, hoja de amaranto, semilla de chía.
Con estos elementos incorporados en la dieta diaria fácilmente se cubre el requerimiento actualmente recomendado por el INCMNSZ de un gramo de proteína por kilo de peso, desde la infancia hasta la etapa adulta.
No está de más mencionar que entre los beneficios del consumo de alimentos con carbohidratos complejos encontramos la disminución del riesgo de síndrome metabólico en general y de resistencia a la insulina en particular. Disminuir el Síndrome metabólico y la resistencia a la insulina, reduce el riesgo de enfermedades crónico degenerativas (diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer).
Ante estos datos una vez más la invitación es a revalorar y recrear la dieta plant based mexicana, con ello estaremos enfrentando problemas a la salud de las personas y del planeta, además de reforzar la diversidad biocultural de México.
Fuente: Secretaria de Salud, Fortalecimiento de la salud con comida, ejercicio y buen humor.
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