– Por Jorge Gómez, Sommelier de Wine Art School,
y docente de enología en Culinary

#Sommelier A lo largo de la historia el vino tinto ha sido el favorito de los consumidores, no obstante, el blanco ha ido abriéndose lugar el gusto de las familias con paso cada vez más seguro. Ahora que estamos en verano y se antoja más esta opción, traemos para ti un listado de sus principales características, mitos y sus múltiples beneficios para la salud.

1. El vino blanco no es blanco
Ni las uvas con las que se elabora son necesariamente uvas blancas. El vino blanco es el único que se puede elaborar con cualquier tipo de uva. Y es que dentro de los vinos blancos están los Blanc de Blancs y los Blanc de Noirs, elaborados con uvas negras.

2. Añadas y cuerpo
Los blancos son más ligeros que los tintos por la maceración con los hollejos, pero si la variedad de
uva es potente, el vino puede tener tanta presencia como un tinto. Por otra parte, pueden encontrarse muchos buenos blancos con crianza e incluso con reserva y más de diez años de envejecimiento en botella.

3. El vino para el pescado
Los vinos blancos pueden ir perfectos con guisos potentes de aves (y patés), sopas y platos que contengan carne. Los vinos de uva Sauvignon Blanc, con una acidez marcada y fresca o los vinos untuosos al estilo de los Rieslings de Alsacia y Alemania suelen acompañar casi cualquier preparación a base de cerdo, carnes grasas y salsas espesas. Además, variedades como la Pinot Gris y Verdicchio producen vinos perfectos para acompañar platos especiados e incluso picantes.

4. Maridaje con quesos
Siempre se ha pensado que los quesos sólo maridan con vinos tintos, pero hay blancos que van perfectos con quesos tipo Brie o Camembert, o muy tiernos, o incluso con ciertos quesos curados como el Gruyère o el Manchego.

5. Enorme variedad
Dentro de los blancos también hay muchas diferencias en función de la variedad de uva escogida para su elaboración. No es lo mismo un verdejo, ahora tan de moda, que una garnacha blanca, que tiene una estructura muy similar a los tintos.

6. Tomar siempre fríos
Determinados blancos muy jóvenes y con una elevada acidez pueden servirse fríos, pero es sólo porque sus cualidades son limitadas. En cuanto un blanco gana temperatura, hasta un límite de unos 12ºC, presentan cualidades aromáticas que por debajo de los 8ºC pasan desapercibidas

7. El vino blanco es bueno para el corazón
Un estudio realizado en la Universidad de Connecticut demostró que beber una o dos copas de vino blanco al día reduce las secuelas que puede dejar un paro cardíaco. También protege el corazón del envejecimiento, manteniéndolo en
buenas condiciones funcionales.

8. Previene las enfermedades pulmonares
El consumo moderado y regular de vino blanco, puede mejorar la salud pulmonar y prevenir la aparición de las enfermedades que afectan el sistema respiratorio.

9. Previene el cáncer de mama
Hasta hace poco se creía que solo el vino tinto era capaz de prevenir la aparición del cáncer, pero el vino blanco también protege las células e impide el avance del cáncer, sobre todo del cáncer de mama.

10. Poder antioxidante
Se ha comprobado que el vino blanco contiene una buena cantidad de antioxidantes similar a la que se encuentra en el aceite de oliva o el vino tinto.

11. Ayuda a mantener la línea
Las dietas para adelgazar pueden permitir el consumo de vino blanco. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Hohenheim encontró que una dieta en la que el 10% de las calorías provengan del vino blanco, permite una pérdida de peso más rápida.

12. Protege el cerebro
Se ha comprobado que tres copas de vino blanco a la semana tienen un efecto protector sobre el cerebro, ya que el ácido fenólico protege de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia senil.

13. Adiós resaca
Las bebidas alcohólicas oscuras contienen más componentes biológicamente activos que se cree son responsables de las resacas. El vino blanco tiene muchos menos que el tinto (y que el ron, el whisky y el coñac).

14. Tomar vino blanco no engorda
El vino blanco es una de las bebidas alcohólicas con menos cantidad de calorías. En líneas generales, los vinos tintos suelen tener una mayor graduación alcohólica, y por lo tanto, aportan más Kcal. El vino blanco, contiene potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y manganeso, así como vitaminas del grupo B. Pero además no suele superar las 90 Kcal en una copa de 100 ml, cantidad semejante a las de un yogurt. La mayoría de vinos blancos son secos, es decir, de bajo contenido en azúcares residuales (unos 2 gramos por litro), de una media de 70 calorías por copa.

¿Qué te ha parecido?, después de saber todo esto sobre los vinos blancos ¿se te ha antojado?, te leo en los comentarios.