– Por Jorge Gómez, Sommelier de Wine Art School,
y docente de Enología en Culinary

Afortunadamente los vinos son cada vez más apreciados en nuestro país, no solo como producto de consumo sino también como objeto de gran estima. Los buenos aficionados aprecian el regalo de un buen vino de una buena marca y origen, tanto o más que cualquier otro detalle. Sin necesidad de ir al extremo de gastarse un dineral en un vino único, podemos acertar también si sabemos regalar el vino indicado a los gustos de cada persona.

Todavía quedaremos mejor si se lo ofrecemos en un formato que dé el carácter extraordinario que merece el regalo. Y también deberemos considerar si la persona a la que regalaremos el vino, lo descorchará para la cena de Navidad, o
puede guardarlo para enriquecer su cava.

En el primer caso, para descorchar en Navidad, entonces deberá ser un vino amigable y que armonice bien con la comida navideña clásica; puede ser tinto, rosado o blanco, y hasta un espumoso. Y si le damos un vino para su cava, deberá ser entonces un vino de calidad, una etiqueta Reserva o Gran Reserva de las cuales hay muchos en las tiendas especializadas, y de varios orígenes y varietales.

Además, no es necesario gastarse un dineral para regalar un vino de primera; si se busca bien se pueden encontrar vinos con una relación de calidad precio excepcional. Y siempre deberemos tomar en cuenta el gusto personal de la persona a la que regalaremos el vino.

El vino en formato regalo, puesto en una caja de madera con adornos alusivos a la época, tiene la ventaja de que nos permite lucirnos dos veces; una por la calidad del vino y otra por el empaque, siempre elaborado con lujosos materiales. Así, regalaremos algo bueno y bonito y causaremos una buena impresión.

Ahora, si se trata de mostrar nuestro aprecio a alguien muy especial, y la parte económica no es problema, entonces
podemos regalar una canasta navideña que contenga tres o cuatro botellas de vino, además de productos gourmet como
quesos o embutidos, frutas cristalizadas, latería variada, dulces de temporada, etc. De estas presentaciones encontraremos
varias opciones en tiendas especializadas y en algunos supermercados.

La botella tamaño Magnum (equivalente a dos botellas normales) es un regalo ideal, porque garantiza que en una cena
o comida de Navidad, el vino alcanzará para todos los invitados. Aunque debemos recordar que en esta época de guarda, lo que se espera es una cena más de tipo familiar que una gran celebración.

También es importante tomar en cuenta la personalidad de la persona a quien regalaremos el vino: si se trata de una mujer
joven, entonces un vino rosado joven, fresco y afrutado vendría muy bien. Si es un hombre joven también, y se está iniciando en el tema del vino, entonces un vino tinto joven, poco tánico, como un merlot o un grenache. Y si es una persona conocida por su afición a los buenos vinos, lo que conviene entonces es averiguar cuál es su vino favorito, y escoger uno del mismo estilo, varietal y origen que, seguramente, sabrá apreciar.

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